Todos tenemos la necesidad de generar espacios imaginarios. Todos tenemos la necesidad (poco asumida) de toparnos con nuestras fantasías, con nuestros deseos y temores, de abrirnos en algún momento a los aspectos menos (re)conocidos de nuestro ser.

La separación en 2010 le costó al golfista, de actualidad el día de hoy de nuevo por haber ganado el Masters de Augusta, su primer 'grande' en 11 años, 750 millones de dólares estadounidenses, el pacto más alto en la historia del deporte.

Todos los seres humanos podemos decir mucho con nuestro comportamiento. Es por eso que resulta evidente cuando algo pasa con la otra persona y más si es una pareja que lleva años de relación, puesto que los dos se conocen bien.

Volvamos, primeramente, en la forma mercantil el carácter social del trabajo (la condición social del trabajo en la manera capitalista de producción) aparece enajenado, como caracteres objetivos (esto es de los objetos), naturales, de los productos del trabajo, como propiedades suyas.

Pasó un rato, no pude saber cuánto porque perdí la noción del tiempo. Me levantaron la cabeza con cuidado y quitaron la venda de mis ojos, al abrirlos nuevamente vi a mi Señor mirándome fijamente a los ojos, me besó muy dulcemente en los labios y se retiró.

Prosigue habiendo varones recalcitrantes y testosteronodependientes que recurren al pretexto hormonal como argumento fisiológico irrebatible para justificar su promiscuidad. Son muchos años que no se pueden borrar de un plumazo.

A lo largo de ese lapso, el hechicero va a deber eludir llegar al clímax. En caso que su pareja consiga llevarlo al orgasmo ya antes de tiempo, el hechizo habrá fracasado, y el mago va a deber esperar por lo menos 7 días para poder efectuar su próximo hechizo o bien ritual.

Como puedes observar en la gráfica, acá ya no hay manipulación, hay proyección armónica de la energía, se com pero no por medio de un tubo de conexión invasivo, acá se muestra como los 2 seres están irradiando amor incondicional sin manipularse.

El temor es uno de los factores principales, no sólo en las relaciones cariñosas, sino más bien en nuestras vidas; si no sabemos manejarlo y supervisarlo nos domina y nos hace una basura ante cualquier situación, incapacitándonos para demandar, salir a flote y superarnos.

Una mujer que sabe cuidarse es aquella que tiene buenos hábitos alimentarios, que sabe en qué momento necesita descansar, que evita caer en enfermedades como la anorexia y la bulimia para no verse afectada por los cambios de carácter producidos por estas enfermedades o por una dieta inapropiada.